Evangelio Lucas 19, 1 – 10 – «El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido»
Entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
La imagen es de congerdesign en pixabay
Reflexiones relacionadas
El comportamiento de Jesús nada tuvo que ver con el nuestro, propio de esta sociedad tan individualista en la que vivimos. A Jesús no le movía su propio interés. Lo que le movió siempre fue la necesidad y el interés del otro. Y mientras más necesidad tenía el otro, mayor era el interés de Jesús en él. También supo estar muy por encima de prejuicios y de preocupaciones sobre «el qué dirán»
Deja una respuesta