«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija

Evangelio del día 3 de agosto de 2022 – Mateo 15, 21 – 28

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.» Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.» Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.» Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.» Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.» Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija.

La imagen es de Pexels en pixabay

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Cambiar de planes

A muchos de nosotros nos gusta planificarnos. Nos sentimos cómodos teniendo la vida más o menos organizada. Y nos contraría el tener que alterar nuestros planes cuando no es imprescindible.

Jesús siempre miró por el bien de los demás antes de por el suyo propio. Y nunca dudó en hacer hasta lo imposible por ayudar a quien pudiera necesitarle; llegando a cambiar, no ya sus planes personales – que, por supuesto – sino hasta los planes del Cielo cuando fue menester.

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