
Si miramos a Jesús con la idea de imitarlo, de que nos sirva de modelo, de referente, en nuestra vida, es fácil que nos desanimemos y que veamos su estilo de vida como inalcanzable para nosotros: como algo que está bastante lejos de nuestra realidad y de nuestras posibilidades. ¿Por qué nos pasa esto?, pues en mi opinión esto nos pasa por dos razones:
En primer lugar porque el Evangelio recoge, fundamentalmente, la vida pública de Jesús – los tres últimos años de su vida – en los que dejó su tierra, su familia y su casa, para llevar su mensaje al pueblo de Israel. Nosotros vemos lejos de nuestra realidad su valor para dejarlo todo, su vida nómada, su intimidad con el Padre, su luz y sus milagros . Y nos olvidamos de que Jesús, antes de esos 3 años de vida pública, vivió durante sus 30 primeros años – el 90% de su vida, nada menos – una vida sencilla y de familia, de aparente normalidad, muy asimilable a la vida que llevamos muchos de nosotros. Y tan «Jesús» fue en la primera etapa de su vida como en la segunda.
En segundo lugar porque posiblemente no miramos a lo esencial: lo más importante de la vida de Jesús, no fue ni que lo dejase todo para salir a predicar su mensaje, ni su luz, ni sus milagros. Lo más importante fue el profundo amor a su Padre y a los hombres con el que vivió siempre. Y eso, que es a lo que estamos llamados también nosotros, sí que está a nuestro alcance. Y es, por otro lado, lo que da sentido a la vida.
¿Qué conclusión podemos sacar a la luz de esas dos reflexiones?
Pues que ese amor al que nos invita Jesús que hagamos nuestro estilo de vida no tenemos por qué traducirlo en cosas heroicas: basta con que vivamos “la vida ordinaria con un corazón extraordinario” (entrecomillo la frase porque no es mía: se que la oí hace ya años al Padre Ayúcar y me gustó tanto que la adopté para siempre). Basta con que tratemos de poner lo mejor de nosotros mismos en cada cosa que hagamos, por rutinaria o corriente que nos pueda parecer. El domingo pasado oímos en misa el pasaje del Evangelio de las bodas de Caná … ¿qué estaba haciendo allí María?, pues como invitada a la boda que era, estaría disfrutando de la fiesta con su hijo, con los novios y con el resto de los invitados. Pero no por estar de fiesta dejó de estar atenta a los demás; y por eso se dio cuenta de que iba a faltar el vino y de que los novios iban a pasar un mal trago. Así nos quiere Dios también a nosotros: viviendo para los demás desde nuestra cotidianidad, desde nuestro día a día, por corriente que nos pueda parecer: hoy de fiesta, mañana trabajando y al otro donde nos toque estar. …. pero siempre atentos a los demás. Y así, se puede vivir el cristianismo 24 horas al día y 7 días a la semana, como algo transversal en todos los ámbitos de nuestra vida.
La imagen es de sweetlouise en pixabay
Me gusta porque es muy claro y sencillo. Y las cosas de Dios siempre son sencillas para que sean asequibles a todos.
Hoy en Radio María han hablado de esto, lo que comentas, la profundidad del amor de Jesús al Padre, y su abandono en su voluntad como la mejor forma de oración.
Parece sencillo pero supongo que no lo es. Al menos hay que intentarlo.
Me gusta esa visión del cristianismo no tan aferrada a la Iglesia. El Padre Ayúcar lo resume muy bien en su frase y tú lo explicas mejor aún. Enhorabuena Marta
El problema es q nos cuesta confiar en la Gracia de Jesucristo. No acabamos de entender q Jesús entregó su vida en la cruz y resucitó para librarnos de la esclavitud del pecado. Olvidamos el poder de su Gracia y seguimos con el chip de querer amar por nuestras propias fuerzas. Olvidamos que Jesús es la vid y nosotros los sarmientos y separados de Él nada podemos.
Fortalezcamos nuestra vida de oración y acudamos con fe a los sacramentos (q son verdaderos canales de Gracia) y casi sin darnos cuenta Dios irá haciendo crecer nuestro corazón en caridad.
Así debe ser nuestra vida » vivir lo ordinario con un corazón extraordinario» hay que lanzarse a la piscina y empezar a Amar!! Marta sigue adelante un blog magnífico.
Con qué cariño están hechos los títulos de los post . Y por supuesto los post. Me gustan mucho.